Qué terrible que aquí no pase nada.
Heidi Spitzer fue secuestrada violentamente en plena calle y nada se sabe de su paradero y lo que es peor, no se está haciendo nada por localizarla. Por lo menos, esa es la sensación generalizada.
Qué cosa nos ocurre, para que a nadie se le mueva un pelo. Para que dejemos así como así ,que las cosas sigan su propio ritmo y si se solucionan en buena hora y , si no, no hay problema.
Es que nos hemos convertido en los depositarios naturales de toda la resignación que existe en el universo.
No estoy de acuerdo con el ominoso silencio que se mantiene sobre Heidi Spitzer.
Hay que hacer algo por esa buena señora.
Hay que rescatarla de su cautiverio.
Hay que movilizarnos para hacerlo.
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