Tan Joven y Tan Viejo

Lo primero que quise fue marcharme bien lejos
en el álbum de cromo de la resignación.
Pegábamos los niños que odiaban los espejos,
o antes de Rita Hayworth, calles de Nueva York.
A penas vi que un ojo me guiñaba la vida,
le pedí que a su antojo dispusiera de mí.
Ella me dio las llaves de la ciudad prohibida.
Yo todo lo que tengo, que es nada se lo dí.
Y así crecí volando y volé tan deprisa
que hasta mi propia sombra de vista me perdió.
Para borrar mis huellas destrocé mi camisa,
confundí con estrellas las luces de neón.
Hice trampas al pocker.
Defraudé a mis amigos.
Por decir lo que pienso, sin pensar lo que digo,
más de un beso me dieron y más de un bofetón.
Lo que sé del olvido lo aprendí de la luna.
Lo que sé del pecado lo tuve que buscar
como un ladrón debajo de las faldas de algunas
de cuyo nombre ahora no me quiero acordar.
Así que de momento, nada de adiós muchachos.
Me duermo en los entierros de mi generación.
Cada noche me invento.
Todavía me emborracho.
Tan joven y tan viejo, like a Rolling Stone.

Joaquin Sabina

La propiedad intelectual me está costando la vida

Tomado de Kriptopolis

"En un increíble giro del destino, una mezcla de terribles leyes sobre fármacos, leyes sobre propiedad intelectual y equivocadas patentes y copyrights, se han unido para impedir que reciba la medicación que puede salvarme la vida. Necesito su ayuda para dar publicidad a este tema, hacerlo saltar a la palestra y que empiece a rodar la bola que arrase todo este inmoral sistema de copyright.

La historia de la muerte de mi familia y la enfermedad que amenaza ahora mi propia vida, causada en no pequeña medida por la ley sobre propiedad intelectual, es un punto de partida perfecto para elevar esto al siguiente nivel de debate público. Llamemos por su nombre a los magnates del copyright. No soy sólo yo: hay otros 200 millones de infectados, y el 95% no lo saben aún. Hasta podría ser usted mismo. Convirtámonos en salvadores de vidas..."

Así comienza el estremecedor testimonio de un informático afectado por la hepatitis-C, que cuenta hoy su propia historia en Kuro5hin y denuncia un sistema perverso que obstaculiza el progreso y la cultura, y que algún día bien podría costarnos incluso la vida.

Intellectual Property Is Costing Me My Life