El senado de los Estados Unidos, a raíz del escándolo surgido por la destitución de ocho fiscales federales, en una decisión que ha sorprendido a todos, ha modificado un artículo de la Ley Patriótica, que permitía al Secretario de Justicia, designar fiscales federales, sin necesidad de que dichos nombramientos fuesen confirmados por el senado.
La votación fue de 94 votos a favor de la enmienda y sólo dos votos en contra. Esta nueva situación , debe originar algunos cambios. En primer lugar, la modificación significa una llamada de atención al equipo de gobierno del presidente Bush, sobre todo, a los que han manejado el aparato jurídico con una heterodoxia que pretendía considerar la autoridad presidencial por encima de las leyes y la constitución.
La primera cabeza que debería rodar es la de Alberto Gonzales, Secretario de Justicia y viejo amigo y hombre de absoluta confianza de Bush. El presidente, ha ofrecido al senado que los funcionarios pueden declarar ante la cámara en audiencias cerradas, pero no bajo juramento. Los demócratas han asegurado que desde el día 21 de marzo empezarán a citar a los funcionarios y el presidente ha amenazado con un enfrentamiento constitucional.
La pregunta es, por qué el presidente no quiere que los funcionarios declaren bajo juramento. Es que hay algo tan grave que no debe saberse en el senado?Es que hay otro Watergate esperando a la vuelta de la esquina. Esperemos las noticias que no tardarán en llegar.
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