jueves, noviembre 30, 2006

Cuando las palabras no cambian las cosas

El presidente Bush se reunió en Jordania con el primer ministro de Irak cumpliendo un programa previamente trazado. Da la impresión que la cita se ha realizado unicamente en función del protocolo y no hacer más evidente lo mal que le ha ido a Estados Unidos este mes de noviembre.A pesar de las declaraciones públicas de apoyo que el presidente ha brindado a la gestión de Nuri Al Maliki, todos sabemos que esas expresiones, no pasan de ser una cortina para ocultar el fracaso de la gestión de éste ultimo, pués ha resultado totalmente incapaz de garantizar la seguridad del país y de proponer fórmulas que permitan una existencia pacífica entre las diferentes facciones en pugna, sobre todo, cuando muchos consideran que en Irak se está viviendo una verdadera guerra civil. Además, no hay ninguna señal que permita suponer que Al Malaki estaría en capacidad de administrar el país después del retiro de las tropas invasoras.
Aunque el presidente Bush ha ofrecido el oro y el moro al primer ministro iraquí, va a resultar muy difícil que pueda cumplir con todos sus ofrecimientos, porque el congreso de mayoría demócrata en ambas cámaras está en desacuerdo con que los soldados estadounidenses permanezcan en Irak, y no es ningún secreto que existe un plan elaborado por demócratas y republicanos, que contempla el regreso de las tropas al país, lo más pronto posible.
Por eso, estamos seguros que a pesar de las palabras de Bush, la gestión de Al Malaki no va a ser más eficiente.

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