Un exalumno de la Universidad de Columbia, que estudió becado en su juventud, ha instituido un legado de 400 millones de dólares para que sean entregados a ese centro de estudios luego de su fallecimiento.
John Werner Kluge, que es el nombre del generoso donante y que en la actualidad tiene 92 años, ha declarado que la ayuda que recibió mientras estudiaba en la universidad, fue determinante y contribuyó al éxito que después alcanzó en sus actividades profesionales.
Pero lo destacable de este gesto, tan singular y magnánimo al mismo tiempo, no es el monto de la fortuna donada, sino su carácter de símbolo pedagógico, pues con su actitud el señor Kluge, nos está enseñando que cuando uno recibe, tiene que ser agradecido siempre.
No es la primera vez que el señor Kluge ha hecho gala de su generosidad. La misma universidad ya recibió con anterioridad una donación de 100 millones de dólares.
La verdad yo no conocía al señor Kluge, pero sólo de saber que existen personas capaces de un desprendimiento tan grande como el que comentamos, me da tanta satisfacción que me encantaría poder continuar con esta nota.
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