miércoles, septiembre 20, 2006

No sabía que algunas partes del oso también se comen

Todo es cuestión de cultura. La aceptación o rechazo de las cosas depende de nuestra formación cultural. Lo que para unas personas resulta de lo más natural, para otras, puede parecer insólito y hasta reprobable.
Existen diversas expresiones culturales que no sólo tienen que ver con las costumbres y las creaciones de carácter artístico. Una de ellas, y a la que no se le había prestado la atención debida, hasta hace poco tiempo, era la que correspondía a las formas gastronómicas.
Por ejemplo en el Perú, tenemos una serie de viandas, que en otras latitudes serían inimaginables y ni siquiera se les ocurriría pensar que pueden ser parte de la oferta de comidas de un país.
Lo anterior viene al caso, pues el otro día me encontré con un viejo amigo y como siempre sucede en esos casos, terminamos hablando de comidas. Me contó que en China, tuvo oportunidad de comer el potaje más extraño que uno se pueda imaginar. Un día fue invitado a un restaurante muy especial. Sus platos eran muy caros, para nuestros bolsillos y el más singular de todos era uno que costaba el equivalente a ciento cincuenta dólares y consistía en pene de oso asado. Si era pene de oso asado, que a él, le pareció delicioso, pero el plato era tan delicado, que sólo servían una pequeña porción y no pudo repetir esa delicia, debido a lo oneroso que resultaba hacerlo.
Pobres osos, me muero de pena solo de pensarlo. Por algo dicen que el hombre es como el oso.

2 comentarios:

Gavilan Pollero dijo...

Increible !!!

Paco Yunque dijo...

Es verdad. Increible, pero cierto.