domingo, septiembre 24, 2006

Festrival gastronómico de penes

Hace unos días escribí sobre la anécdota que me contó un amigo, relacionada con la oportunidad que tuvo de comer un asado de pene de oso en un restaurante de China.Un plato muy sabroso, pero que le pareció demasiado caro.
Ahora, el periodista Andrés Harding de la BBC escribe desde Pekin sobre comidas insólitas que se sirven en el Restaurante Guolizhuang de esa ciudad oriental.
Parece ser que la especialidad de la casa es nada menos que diversos platos elaborados en base a pene de diferentes animales . Los hay de pene de perro, de burro, de serpientes que tienen dos penes y también de tigre. Pero en el caso de pene de tigre, por falta de disponibilidad del producto, los pedidos deben hacerse con un año de anticipación y el costo puede ser de siete mil quinientos dólares. El comentario es que la gente no hace esos gastos porque les gusta el sabor del pene de tigre, sino como una manera de demostrar que se tiene dinero y puede gastar cualquier cantidad en caprichos más o menos banales. Algo así como el derroche por el puro derroche.
Sin ir muy lejos, aquí en el Perú, la gente come hueveras, huevo de angelote y se dice que si se descuidan, hasta los huevos del gallo.

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