No es que uno vaya caminando por la calle y de pronto se le perdiera algo, casi sin darse cuenta.. No es como a veces ocurre con los llaveros que se suelen extraviar en los sitios menos imaginados. Lo que he leído en el portal de AP es una noticia que llama la atención. Mejor dicho, son dos breves historias relacionadas con personas, que perdieron algo muy importante en sus vidas, por una agresión animal.
El primer hecho ocurrió en el lago Parker en Lakeland Florida en Estados Unidos y el otro en la localidad de Zafra en el sur de España.
En Estados Unidos, un hombre de 45 años tuvo que ser rescatado por la policía de las mandíbulas de un caimán. Estaba bañándose en un lago a las 4 de la madrugada alentado por los efectos del crack y otras sustanciasque había consumido. Lamentablemente perdió un brazo, como resultado de la mordida de un caimán, pero no sabemos si ahora sabrá aprovechar las enseñanzas de la nueva oportunidad que le brinda la vida.
En España un hombre de 31 años que acompañaba a un amigo que buscaba trabajo en un circo itinerante, traspasó la zona de seguridad y empezó a fotografiar a un tigre, con la cámara de su celular. Y lo hizo con desmedida audacia y tan cerca al felino, pero con muy mala fortuna que el animal lo atrapó y le arrancó el brazo causándole además otras heridas. Ahora el hombre se encuentra grave en un hospital.
Aunque esas historias, parezcan sólo historias, son cosas que han pasado y que después de todo, son lecciones que nos quedan para toda la vida.
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