domingo, diciembre 17, 2006

Asesinato en la carretera

Lo que ha ocurrido en el Perú el día de ayer, no tiene nombre. A los policías y los trabajadores muertos en la carretera, no importa quién los haya matado.Lo terrible es que los hayan matado, cruel y alevosamente, y lo que es peor, parece que ni siquiera tuvieron la oportunidad de defenderse. Porque el ataque habría sido abrumadoramente mayor, por lo menos en lo que se refiere al armamento que disponían los atacantes. Las víctimas no tenían cómo defenderse.
Nadie en su sano juicio, puede aceptar que en una zona tan convulsionada, una patrulla policial pueda cumplir una misión prácticamente desarmada. Es que acaso, no se les había explicado los potenciales riesgos a los que se encontraba expuesta su labor de vigilancia y control. Es qué alguién puede creer que es suficiente protección en ese caso, llevar un fusil G3 y cuatro revólveres. La verdad es que hay tantas preguntas por hacer y no sólo de parte de los familiares de los asesinados, sino también por cuenta de la ciudadanía que no está dispuesta a tolerar que el terror y la violencia se apoderen nuevamente de nuestra vida.
En estos momentos de preocupación y miedo de que la historia se repita, que oportunos resultan los versos del poeta José Watanabe.
" La sangre de los asesinados va delante de nosotros
y vibra
como un horizonte infame."

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