miércoles, septiembre 20, 2006

No sabía que algunas partes del oso también se comen

Todo es cuestión de cultura. La aceptación o rechazo de las cosas depende de nuestra formación cultural. Lo que para unas personas resulta de lo más natural, para otras, puede parecer insólito y hasta reprobable.
Existen diversas expresiones culturales que no sólo tienen que ver con las costumbres y las creaciones de carácter artístico. Una de ellas, y a la que no se le había prestado la atención debida, hasta hace poco tiempo, era la que correspondía a las formas gastronómicas.
Por ejemplo en el Perú, tenemos una serie de viandas, que en otras latitudes serían inimaginables y ni siquiera se les ocurriría pensar que pueden ser parte de la oferta de comidas de un país.
Lo anterior viene al caso, pues el otro día me encontré con un viejo amigo y como siempre sucede en esos casos, terminamos hablando de comidas. Me contó que en China, tuvo oportunidad de comer el potaje más extraño que uno se pueda imaginar. Un día fue invitado a un restaurante muy especial. Sus platos eran muy caros, para nuestros bolsillos y el más singular de todos era uno que costaba el equivalente a ciento cincuenta dólares y consistía en pene de oso asado. Si era pene de oso asado, que a él, le pareció delicioso, pero el plato era tan delicado, que sólo servían una pequeña porción y no pudo repetir esa delicia, debido a lo oneroso que resultaba hacerlo.
Pobres osos, me muero de pena solo de pensarlo. Por algo dicen que el hombre es como el oso.

martes, septiembre 19, 2006

Aunque de política no entiendo nada.

Siempre pienso que podría escribir sobre uno u otro tema. Sin embargo, al momento de la verdad se presentan las dificultades.
No es tan fácil decidir. A veces, esa indecisión me plantea más de un problema.
Aunque de política no entiendo nada, siempre termino tratando de averiguar lo que está sucediendo. Ahora por ejemplo, estoy más confundido que antes, respecto a este asunto de los teléfonos.
No se trata de que las hormigas siguen saliendo del teléfono de mi casa, como les conté hace unos días que había sucedido.Lo que en realidad me preocupa, es todo este barullo respecto al cobro de la renta básica a los usuarios del servicio teléfonico. Por un lado el presidente del consejo de ministros negociando con los representantes de la empresa española, que debería dejar de cobrar ese concepto a los usuarios, en cumplimiento de la ley aprobada por el congreso .
Por otro lado, el mismísimo presidente de la república reunido en un almuerzo con el caballero mexicano, dueño de la empresa competidora interesada en ampliar sus negocios en el área de las comunicaciones en el Perú.
No creo que se trate de algo incorrecto, pero el presidente de la república que según entiendo, personifica a la nación, no debería participar de esas reuniones, sobre todo en un momento particularmente delicado cuando se está negociando algo tan importante para el país. Por eso, modestamente opino, que sería muy atinado que el señor ministro de relaciones exteriores aconsejara al primer mandatario, sobre la conveniencia de evitar algunos actos de cortesía como el almuerzo al que nos estamos refiriendo, que si bien no tiene nada de malo, desde mi punto de vista resulta absolutamente inoportuno..Aunque de política no entiendo nada, no puedo dejar de meter mis narices en este asunto. Por favor, hay alguien que pueda explicarme lo que está sucediendo.

lunes, septiembre 18, 2006

Ser peruano

Ser peruano no es sólo una manera de expresar el lugar de procedencia.Es también una manera de vivir dignamente. Una forma de sentirse orgulloso cuando hacemos bien las cosas, o de morirnos de verguenza cuando no actuamos como deberíamos hacerlo.
A veces prescindimos de nuestra responsabilidad en lo que nos corresponde, porque somos devotos seguidores de la ley del menor esfuerzo. Pero esa flojera que reconocemos en muchos de los nuestros, empezando por su amigo Paco Yunque, no significa que seamos la suma de todos los defectos. Algo debemos haber heredado de nuestros primeros padres fundadores de la patria.Para nadie es un secreto, que en tan poco tiempo pudieran hacer posible en diferentes campos del saber humano, esas cosas maravillosas, que no dejan de sorprender a propios y estraños. Por eso, ser peruano , es algo que siempre debe de llenarnos de orgullo e impulsarnos a superar las dificultades que pudieran presentarse , pues tenemos un ejemplo que seguir, que no debemos desaprovechar.

domingo, septiembre 17, 2006

Para què sirve el congreso

Nunca he sido muy inteligente para entender las cosas de la polìtica que se presentan con demasiados requiebros. Por ejemplo, se me hace muy difìcil comprender còmo la Comisiòn de Relaciones Exteriores del Congreso, fue a parar a manos fujimoristas y parece que todo el mundo toma ese hecho, como lo màs natural.
Lamento tener tan poca capacidad de entendimiento, pues a pesar de haber realizado indagaciones respecto al tema, a la gente que le he consultado , me ha dado tales explicaciones que en lugar de aclararme lo que estaba ocurriendo, lo ùnico que ha conseguido es confundirme aùn màs.
Cuando todavìa no habìa logrado resolver el misterio, con bombos y platillos se anunciò que el Congreso habìa aprobado una ley que obligaba a la empresa telefònica a dejar de cobrar el concepto denominado renta bàsica, en los recibos al usuario por los servicios prestados.
Cuando la ley se pasò al Ejecutivo para su promulgaciòn, el Presidente del Consejo de Ministros, dijo que se enviarìa a consulta al tribunal constitucional, que era una asunto delicado, etc, etc,etc. La Presidenta del Congreso saltò hasta el techo y asegurò que la ley deberìa cumplirse y san se acabò.
Parecìa que el Congreso y el Ejecutivo estaban enfrentados, pero ahora estamos viendo que la sangre no llegò al rio y por el contrario, tanto el parlamento como el gobierno, estan buscando como armonizar la situaciòn, para quedar bien con la empresa y tambièn con los usuarios.
Si asì està la cosa, no puedo dejar de preguntarme para què sirve el congreso.

sábado, septiembre 16, 2006

Las escaleras de los días tristes

No hay ningún motivo que en este momento justifique mi tristeza. Es más, las cosas me están saliendo bien y en todo caso debería estar con entera disposición a la alegría. Pero no sucede así. El sentimiento que asoma es mayor que mi racionalidad, y como consecuencia, no tengo más remedio que asumir mi tristeza en toda su dimensión.
Esta mañana, momentos antes de tomar el avión para emprender un largo viaje, un amigo me ha llamado desde un aeropuerto y la verdad es que la noticia me deja indiferente y en otras ocasiones habría dado rienda suelta a mi alegría.
Pero estas cosas que a veces nos suceden, son como las escaleras que nos conducen a los días tristes.

viernes, septiembre 15, 2006

Las hormigas salían del teléfono ( Continuación)

Empecé a golpear con fuerza, lo que podría denominarse la base del auricular del teléfono, sobre un trapo que había humedecido. De inmediato, la tela se tornó oscura por las hormigas que caían como consecuencia de los golpes que le propinaba al aparato, y cuando dejaron de salir, continúe sacándolas con palitos de fósforos, después con mondadientes y por último con un palito de tejer extraordinariamente delgado que me sirvió de maravillas para la tarea que estaba realizando.
Cuando informé a la compañía telefónica de lo que había ocurrido, no podían creerlo y el empleado que me atendió, estoy casi seguro que debe haber imaginado que estaba fantaseando, pero a pesar de todo, ordenó que un técnico viniera a mi casa a revisar el aparato.
La persona que realizó la inspección, no cesaba de decir que era la primera vez que veía algo parecido. Ante esa situación, no le quedó más que retirar el teléfono y reemplazarlo por uno nuevo, que por supuesto no tenía hormigas.
Esta es una historia verdadera y aunque no pretende competir con la agenda noticiosa que todos los días cambian los políticos, por lo menos tiene que ver con los teléfonos que tan de moda están por estos días.

Las hormigas salìan del telèfono

La agenda noticiosa cambia todos los dìas. Unas veces se refiere al video de Mantilla. Antes de que la noticia tome cuerpo, aparece el caso del vocal pesetero. Luego los cuestionamientos a Giampietri. Por propia confesiòn se llega a saber de los videos que guardaba Benedicto en su casa y que nadie le habìa confiado su custodia.
Ahora es el asunto de la renta bàsica telefònica , que ha sido aprobado por el Congreso, pero que Jorge del Castillo, presidente del Consejo de Ministros, ha tratado de desinflar.
Aunque no es mi propòsito pretender cambiar la agenda noticiosa, les voy a contar algo relacionado con los telèfonos.
Sucede que un dìa, mi esposa hablaba por telèfono y de pronto escuchè que con voz angustiosa decìa mi nombre.
De inmediato dejè lo que hacìa en ese momento y me dirigì al lugar en que ella se encontraba.
La vì colocando el auricular( del telèfono) sobre un mueble auxiliar. Abrìa el caño de un lavadero y un chorro de agua se deslizaba sobre la mano que estuvo sosteniendo el telèfonom y aùn se podìan observar algunas hormigas deambulando, casi alegremente sobre el dorso de la mano.
Separè la bocina del cordòn telèfonico y miles de hormigas trataban de salir a como diera lugar por el orificio que habìa quedado al descubierto. ( Con el permiso de los lectores, continuarè màs tarde)

Robar a un colegio es una estupidez

El Colegio Virgen de las Mercedes de Ventanilla ha sido vìctima de la malignidad y la ignorancia. Les han robado veinte computadoras que utilizaban màs de dos mil alumnos, que ahora son los perjudicados.
Los delincuentes, que duda cabe, nunca han pensado, quizà porque no tienen capacidad para hacerlo, en el daño irreparable que causan a esos estudiantes, pues los han despojado de sus principales herramientas para informaciòn y estudio.
Quizà, aùn no se han dado cuenta de lo importante que resultan en esta època las computadoras para el desarrollo del proceso educativo.
Pero la ignorancia de los ladrones no justifica el robo. La policìa ya deberìa haber detenido a los perpetradores del delito y tambièn a sus complices: los reducidores. Y los jueces deberìan aplicar las màximas sanciones a los responsables, pues los delincuentes deben saber, que robar en un colegio, no sòlo es un atentado contra el patrimonio, sino sobre todo una estupidez.