Persiste en el error sin tener en cuenta las consecuencias adversas que pueden presentarse.
En muchas ocasiones decimos o escuchamos decir: a mi edad ya no me cambia nadie. ¿ Y qué edad tiene el que no puede cambiar? A ojo de buen cubero, ni siquiera veinte años.
Generalmente se piensa que las personas mayores, por la fuerza de la costumbre son las menos propicias a cambiar. Pero que equivocados podemos estar.
El día de hoy he leido una noticia sobre una persona que había pertenecido a dos bandas de delicuentes y perpetrado una serie de delitos, por los que fue condenado a largos periodos de carcelería.
Con esos antecedentes es muy difícil cambiar. Sin embargo, esa persona, cuyo nombre no voy a señalar, ha demostrado, que cuando uno de verdad está dispuesto puede cambiar en cualquier momento de su vida.
El hombre que motiva esta nota, ya no se dedica a delinquir. Ha cambiado su estilo de vida en forma tan radical, que ahora ha organizado y dirige una brigada compuesta por 21 ex presidiarios que se han convertido en la peor pesadilla de los delincuentes que actúan en la zona del Callao.
Los cambios que se han producido en esas personas, esperamos que sean para siempre y continúen brindando protección y seguridad a los ciudadanos que hace un tiempo ni siquiera sospechaban que en determinado momento podían alcanzar.
Cuiando uno puede cambiar para mejor: en buena hora.
P.Y:
2 comentarios:
Dios te escuche pe´varón.
No estarás hablando de ese tío bigotón y su mancha de degenerados reformados que sacan la cachucha a los chorizos, ése que salió en la tele.
Puede ser. Pero la verdad es que no lo ví en la tele, sino en el diario.
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