El cerebro se nos pone duro como un ladrillo y las palabras no quieren salir.
Sin embargo, esos momentos sólo ocurren brevemente y es necesario no preocuparse, ni hacerles, ningún tipo de caso, porque después cuando se sueltan los dedos, estos corren sobre el teclado aunque no, con la velocidad que deberían y que con toda seguridad, sería la máxima satisfacción para nosotros.
Siempre pensamos más rápido y nos falta ligereza para escribir todo lo que quisieramos decir.
Hoy hemos hecho una breve pausa, pero mañana nuevamente estaremos en la brega y así susecivamente hasta el final.
P.Y.
3 comentarios:
N, recibi un enlace, supuestamente de tu respuesta a mi comentario pero no lo pude abrir , estoy buscando en tu pagina pero es por demas, porfa si no fuera mucha molestia enviame nuevamente el link.
ROSIUX=anonimo jeje
Plop, no se cual era :S seguro fue hace mucho
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