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miércoles, agosto 22, 2007

La señora Arellano símbolo de una causa justa

La señora Elvira Arellano es una muestra de cómo cualquier persona por más humilde que sea, puede convertirse en el símbolo de una causa justa. Ella, en este momento, se ha constituido en la figura emblemática del movimiento pro inmigrantes que busca evitar que los padres indocumentados que viven y trabajan en los Estados Unidos, sean separados de sus hijos nacidos en ese país y deportados a su lugar de origen.
La señora Arellano nació en México hace 32 años y como lo han hecho millones de personas, ingresó como indocumentada a los Estados Unidos y ahí nació su hijo Saúl que ahora tiene 9 años. Sin embargo, el hecho de tener un hijo nacido estadounidense, no faculta a la señora Arellano para obtener un permiso de residencia que modifique su status de ilegal y le permita trabajar sin ninguna limitación.
La mujer,que no quiere ser separada de su hijo, intentó por todos los medios que las autoridades migratorias revocaran la orden de deportación que pesaba sobre ella, para continuar viviendo y trabajando en el país en que había puesto todas sus esperanzas y en el que nació su hijo. Inclusive en una decisión desesperada para evitar ser deportada de los Estados Unidos, la señora Arellano se refugió durante más de un año en la Iglesia Metodista Alberta de Chicago, y desde ese lugar inició una campaña para evitar la separación de las familias y aunque ha sido finalmente deportada a su nativo México,( su hijo se ha quedado en los Estados Unidos, bajo la protección de la iglesia metodista) la lucha que ha emprendido para evitar la separación de las familias de indocumentados, ha permitido mostrar al mundo entero, el drama humano que deben soportar las familias que llegan a los Estados Unidos en busca de una oportunidad para mejorar sus vidas y terminan encontrando la persecusión, el acoso y el tratamiento humillante que degrada al género humano.
Por eso creo que la señora Arellano es el símbolo de una causa justa, y su deportación ha permitido que su historia sea conocida internacionalmente y que la solidaridad que ha despertado en todo el mundo, debe brindarle el impulso para seguir luchando.