sábado, septiembre 08, 2007

Nueva crisis económica mundial cada vez está más cerca

Algo está pasando en la economía mundial y la gente aún no tiene claro qué es lo que está sucediendo. Lo único que se percibe, es que los gobiernos no están actuando como deberían hacerlo en esas circunstancias.
Unos días cae la bolsa en Europa, Asia y América y los Bancos Centrales acuden en auxilio de las instituciones financieras, aportando liquidez al sistema y sus voceros declaran que todo está bajo control y que nadie debería asustarse. Al día siguiente, en los mercados de valores, se produce un pequeño fenómeno de recuperación, y mucha gente desearía creer que con esos resultados, se está resolviendo el problema, pero que no es suficiente para calmar los miedos.
La falta de pago de las hipotecas de alto riesgo y la menor creación de puestos de trabajo en los Estados Unidos, van a determinar una crisis de impredecibles consecuencias. Aquí no funciona la creencia de que el mercado tiene sus propios mecanismos correctivos para poner en orden sus desequilibrios.
Creo que en estos casos, no queda otra salida que la intervención de las autoridades para intentar solucionar el problema. Todavía estamos a tiempo, para ordenar las cosas y tomar precauciones para que los efectos de una crisis que viene con fuerza no nos golpee tanto.

1 comentario:

juanmanuel dijo...

Crisis de despensa y ubres llenas. Lo único importante ahora, es salvar la vaca

Cuando no se consume la producción de leche de una explotación ganadera, la leche almacenada hay que consumirla urgentemente aun sin necesidad, o tirarla, para que las ubres de las vacas sean vaciadas y pueda continuar con su ritmo productivo que no puedes ser parado. Mantener ese ritmo productivo es lo único prioritario en esa crisis de excedentes y hay que concentrar todo esfuerzo para salvarlo por encima de cualquier otro interés.

Pues es exactamente lo que está ocurriendo con la economía mundial, consecuencia de una superabundante etapa productiva y de elevado ritmo de crecimiento. Y para la gente que tiene acumulada esa riqueza, más importante que cuidar celosamente de no gastar y economizar al máximo en esto momentos de incertidumbre y crisis, hay que hacer justamente todo lo contrario: gastar. Gastar, consumir a manos llenas y así mantener por encima de todo lo único importante: el ritmo productivo, que a la postre es nuestra única fuente renovable de riqueza. El miedo a mantener celosamente, o confiar como valor seguro de futuro lo que se tiene, puede ocurrir que todo venga desvalorizado y se pierda sin más posibilidad de recuperación lo que creía firmemente amarrado. Solo mantener activa la fuente de riqueza es garantia de futuro y especialmente para quienes estén en posición priviligiada.
Esta etapa de fuerte crecimiento en el que se ha producido por encima de las necesidades reales, impulsado desaforadamente por una desproporcionada revalorización especulativa, hace que este grave problema de excedente vaya acompañado por valores ficticios. Pero los valores ficticios no son el problema. El estallido de estos valores ficticios no son mas que el detonante que hace estallar la verdadera carga de esta bomba que son los excedentes productivo (bienes de consumo y servicios) Y la recensión, o sea el miedo, la desconfianza en los mercados y el sistema, es la deflagración en cadena de esa potente carga explosiva que concluye por detener la maquinaria productiva

Una consecuencia de un crecimiento especulativo, y como es el caso, descontrolado, es que si bien ahora hay mucha mas gente rica, con grandes reservas, la brecha entre ricos y pobres es mas acusada, mas profunda en esa misma medida
.
El dinero, el papel moneda es un documento representativo de la riqueza de un país, es lo que nos dice como tenemos nuestra despensa (bienes de consumo y servicio), es una forma cómoda de tener esa riqueza esos productos almacenados y poder intercambiarlos cómodamente. Si ese dinero por miedo, lo tenemos inmovilizado, lo que estamos haciendo es no darle salida a esos productos que en un lugar u otro de nuestra geografía tenemos almacenados. Y no hay espacio para poder almacenar lo que se esta produciendo, y el sistema productivo no tiene salida y se colapsa. Es absolutamente necesario consumir esos productos, gastar ese dinero.
Gastarse el dinero que se tiene ahorrado o retenido en cantidad sobrada es la única medida efectiva y directa que puede reactivar la maquinaria productiva y por tanto salvar la economía. Al margen de estimular el consumo por medio de medidas, o garantías e incentivos financieros que son siempre medidas de contención, tímidas y con resultado a largo plazo, gastar por encima de nuestras necesidades inmediatas es la única forma activa, directa y efectiva que puedan sacar al mundo de esta tremenda recesión, de al noche a la mañana.

Sabemos que aunque fuese una medida por todos reconocida y aprobada, y fuese un mensaje prioritario de los gobiernos el invitar al gasto, concienciando especialmente a la gente que tiene sobrado dinero almacenado, sería de difícil coordinación. Individualmente nunca se tendría la suficiente seguridad de que su esfuerzo es respaldado por la totalidad. Se necesitaría de una conciencia de grupo, de solidaridad y civismo que no existe. Invitar a la gente a que gaste el dinero, a que vacié su despensa, a que consuma incluso a un ritmo claramente por encima de sus necesidades, seria una medida difícilmente coordinable, para que surja efecto en el escaso tiempo que se dispone para rescatar el inmenso numero de familias que van a entrar irremisiblemente por debajo del umbral de la pobreza.
Entonces solo queda una acción posible, en la que puedan actuar los gobiernos directamente por decreto, sin la necesaria participación ciudadana. Y es una medida de tipo monetaria. Justamente contraria a todo lo que se está haciendo para solucionar esta crisis. jmleivacaro@yahoo.es